Las personas del discurso...

¿Quiénes son?


Algunas normas del habla requieren la especificacion de tres participantes (destinador, destinatario y oyente (audiencia); fuente, portavoz, destinatario, etc.).













Algunos ejemplos podrían ser los siguientes:


Persona ausente:


Popularmente, el amor se considera un sentimiento. En los casos más comunes, dicho sentimiento se basa en la atracción y la admiración de un sujeto hacia otro.
Habitualmente se asocia el término con el amor romántico, una relación pasional y sexual entre dos personas que produce una influencia muy importante en sus vidas; el amor romántico intensifica las relaciones interpersonales entre ambos sujetos, quienes, partiendo de su propia insuficiencia, desean el encuentro y unión con aquel que han juzgado ser el complemento para su existencia.
Sin embargo, se aplica también a otras relaciones diferentes, tales como el amor platónico o el amor familiar, y, en un sentido más amplio, se habla de amor hacia Dios, la humanidad, la naturaleza, el arte o la belleza, lo que suele asociarse con la empatía y otras capacidades. En la mayoría de los casos implica un gran afecto por algo que ocasiona felicidad o placer al que ama.

Tercera persona:


Cuando él se sentaba a leer no había nada que lo distrajera, afuera podría haber una inundación, un terremoto o una guerra y él simplemente no se enteraría de nada.
A veces leer le traía los  mejores momentos de su vida, gracias a todos esos libros que hasta ahora había leído, había podido viajar de mundo en mundo, universo en universo, vivido vidas que solo la lectura le permitía vivir.
Fueron muchas veces las que terminó de leer un libro con lágrimas en los ojos, al despedirse de todo aquello que las páginas del objeto le traían. Amaba leer, vivir, soñar  e imaginarse en cada historia siendo el personaje que más le gustara. Todo lo tenía permitido, desde ser el protagonista hasta el más simple personaje con una sola aparición, para él todos los personajes eran importantes, porque si no ¿para que los había puesto en escena el autor?
Aquel día sentado sobre el diván al lado de su ventana le acompañaba un libro en especial, viejo y olvidado. El polvo hacia que su apariencia se viera vieja y desgastada y así debía de serlo, aquello le llamó la atención ya que pocas veces uno se encontraba con algo tan viejo sin que la Supervisión no diera permiso de poseerlo.

Del Yo:


—Puedes llamarme loco o como quieras, pero lo que sentí en ese momento jamás lo había sentido por alguien más.
 Sus ojos enrojecidos hacían de la escena lo mejor que hubiera vivido en mucho tiempo, frente a mí,  estaba el hombre que me había curado de mi enfermedad, el hombre del que estoy tan al pendiente, de quien necesito atención.  Pero igualmente era el hombre que me estaba volviendo loco, porque yo igualmente era un hombre…


Del Tú:


Siempre y en cada momento una sonrisa debe estar pintada en tu rostro, una de confianza que denote tu valor y poder, susurra un “tu puedes” para que todo salga bien, no importa lo que sientas, lo que te duela y preocupe, lo único que importa es lo que piensa la gente.
No eres uno más, no, eres tú… el hijo de una familia poderosa y exitosa, el hijo del que todo mundo tiene expectativas, el que está bajo la vista critica y demandante de todo aquel que esté por debajo y por encima si es posible, de ti…
Actúa siempre de buena forma… las clases de modales no se pagaron solas y debes valorar lo que tus padres te han dado, pues eres su orgullo, en quien tienen esperanzas de hacer crecer aun más el imperio de la familia. Ésta que con poder se planta en la sociedad para demostrar el oro del que está hecha.
Camina, anda con gracia, altivez y valor, que tu mirada jamás este gacha, pues a todos los debes de ver por encima, porque ahí es en donde estas, en la cima de todos. Ellos te sirven a ti, a tu familia y sus caprichos.
Deja de lado los sentimentalismos, de qué sirven en el mundo del éxito; pues aprende que, de nada…





















Calsamiglia, B., Tusón, V.. (1999). Las Cosas del Decir. Manual de análisis del discurso.. Barcelona: España.: Editorial Ariel. Pp. 133

Capitulo 5: las personas del discurso. recuperado de: https://prezi.com/rygrdbrwawer/capitulo-5-las-personas-del-discurso/?webgl=0 




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